lunes, 23 de febrero de 2009

de los buenos borrachos..


Cuatro gotas de alquitrán en la voz, siete notas empapadas de alcohol campanadas en el fondo del mar, carcajadas que me hicieron llorar... Con un loro que blasfema en latín, le hacen coro los "sultanes del swing" y una big band con un trombón y bombin de Nueva Orleans en mi funeral. Y ese tango compadrito del sur y un fandango de gitano andaluz y un piano con dos copas de más, y unas manos que lo sepan tocar. Oraciones para gente sin fe, tentaciones de volver a beber el veneno que tus labios me dan, el obsceno beso de la verdad. La balada de la casada infiel, demasiadas cosas por aprender, el portero de la Puerta del Sol, el cartero de tus cartas de amor, el primero en sacarte a bailar un vals. El vals de la tristeza más triste del mundo, la belleza que dilapidé, la pereza de los vagabundos, el rompecabezas que no terminé. La palabra secreta, la mano que planta violetas en el hormigón, la maldita canción del verano, la casa de citas de mi corazón. Y el milagro del abecedario, la tortuga que rompe a volar, la ternura de los dinosaurios, el aniversario de la soledad. La liturgia de las despedidas la bala perdida que viene por mí, la nostalgia que amarga la huida, la banda sonora de lo que viví. La canción de los buenos borrachos que, de madrugada, vuelven al hogar, la canción que atropella los tachos llenos de basura de la Capital. La canción que se canta al oido, la canción que no quieres oir, la cantamos los malos maridos cuando, en el olvido, pensamos en ti. La canción de los buenos borrachos, que, de madrugada. vuelven al hogar, la canción que atropella los tachos llenos de basura de la Capital. La canción que se canta al oido la canción que no supe escribir, la cantamos los malos maridos cuando, en el olvido, pensamos en ti.
Joaquín Sabina

Que se necesita para disfrutar la abundancia y la escasés?, que se necesita para naufragar en la playita con piedras que llaman felicidad?, que se necesita para dormir con sueño sin pensar en las horas que faltan para despertarse?, que se necesita para que se cumpla la fantasía de tener fantasías de una vida de sabados de tinto, domingos de futbol, de lunes de sillón y de miercoles de otro tinto? que se necesita para despertar con una duda y acostarse con un rayito de luz en la cicatríz del ojo izquierdo? que se necesita para bailar ese vals que no bailaste porque los amores imposibles son eso, imposibles? que se necesita para que mis hilos y mis juguetes de niño, que ya no están, se reconcilien con mis adicciones y mi grande y hermosa insensatéz que cada dia sabe mas dulce? que se necesita para reencontrarme con mi Cecilia? Que se necesita para sobrevivir a esta adolescencia que nunca termina? que se necesita para lograr los 35 mm con mi sensor que no es mayor de edad? que se necesita para dejar de disfrutar el maltrato, la cárcel y la crucificción? que se necesita para que la sabiduría que he adquirido todos estos años deje de mostrase como sólo la suma de mis ignorancias, una queja y miedo? que se necesita para sacar a ese diablo de mi corazon? que se necesita para tener un corazon que no sea de hojalata? que se necesita para aprender a encontrarme en tus brazos, que ya no están y los tuyos que llegan y como llegan se van? que se necesita para renegar del sacramento del bautizo que me hizo un niño católico romano para siempre? que se necesita para dejar de oler el viento cuando pasan los autobuses y dejar de aplaudir la comedia de los políticos? que se necesita para cantar sin la voz y aun asi dejarlos sordos a todos? que se necesita para enemistarse con tu futuro aun y cuando sabes que talvés no haya tal? que se necesita para que me de igual la canallada de vivir colgado de esa rama que se que no me va a aguantar? que se necesita para necesitar lo que realmente necesito?
No tengo la mas puta idea...

sábado, 21 de febrero de 2009

del la subjetividad y la locura


Dame un poquito de credibilidad, le rogó Edmund a Karenina, y te daré mi mundo..

A veces mas que la reciprocidad de los sentmientos, mas que la concordia, el sano entendimiento y otras cosas, lo unico que puede pedir la gente es la sana interpretación de las palabras o de las acciones. Lamentablemente, todo está viciado de subjetividad -mal humano- y las probabilidades de que alguna frase o alguna acción puedan ser evaluadas en un contexto objetivo y no viciado, dándole el correcto peso a las palabras y siendo veraces con su interpretación histórica, son casi nulas.. sobretodo si se comprometen los sentimientos, siendo los sentimientos mas radicales los causantes del devarío y locura temporal de algunos (as); y trayendo como consecuencia, la miseria de los que sin querer, hacemos las cosas pensando en uno mismo y no en los demás, claro, cuando dichas cosas no afectan realmente a nadie mas. En fin.. por mas que llueva y valga, la redundancia, llueve sobre mojado..

viernes, 6 de febrero de 2009

de mi calle melancolía..

Como quien viaja a lomos de una yegua sombría

Por la ciudad camino, no preguntes adónde,busco acaso un encuentro que me ilumine el día

y no hallo más que puertas que niegan lo que esconden.

Las chimeneas vierten su vómito de humoa un cielo cada vez más lejano y más alto,

por las paredes ocres se desparrama el zumode una fruta de sangre crecida en el asfalto.

Ya el campo estará verde, debe ser primavera,cruza por mi mirada un tren interminable,

el barrio donde habito no es ninguna pradera

desolado paisaje de antenas y de cables.

Vivo en el número 7, calle Melancolía,quiero mudarme hace años al barrio de la alegría

pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía,

en la escalera me siento a silbar mi melodía.

Como quien viaja a bordo de un barco enloquecido

que viene de la noche y va a ninguna parte,

así mis pies descienden la cuesta del olvido

fatigados de tanto andar sin encontrarte.

Luego de vuelta a casa, enciendo un cigarrillo,

ordeno mis papeles, resuelvo un crucigrama,

me enfado con las sombras que pueblan los pasillos

y me abrazo a la ausencia que dejas en mi cama.

Trepo por tu recuerdo como una enredadera

que no encuentra ventana donde agarrarse.

Soy esa absurda epidemia que sufren las aceras,

si quieres encontrarme ya sabes dónde estoy...Vivo en el número 7, calle Melancolía,

quiero mudarme hace años al barrio de la alegría

pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía,

en la escalera me siento a silbar mi melodía.

Joaquin Sabina

martes, 3 de febrero de 2009

del ΚΑΤΑ ΤΟΝ ΔΑΙΜΟΝΑ ΕΑΥΤΟΥ...


Gracias a la vida por los momentos, por esos espacios de vida que se respiran de otro modo cada vez que podemos sonreir. Hay cosas que no se pueden disfrazar, hay momentos que no llenan el espacio que deja la hipocresía, hay momentos que deberian ser mas largos.
A veces se puede retar a la vida en nombre de la razón y del respeto, es una apuesta rara, desagradable porque se ponen en juego los quereres y las lealtades; pero al mismo puede ser agradable, porque, como reza el epitafio de Morrison, eres fiel a tu propio espiritu... Se puede pedir algo mas?