domingo, 16 de noviembre de 2008

de los caminos y el olvido..


Vacíe mis ganas en un jarrón llamado olvido. Después de un tiempo resulta doloroso aceptar que no puedo olvidar y probablemente, nunca podré hacerlo. Olvidar lo bueno, lo malo, mis caídas y mis aciertos, mi mirada de espectador, el humo que fumé, esa cerveza que no pude tomarme. Vivir atormentado de consciencia y de sentido, eso lo dice todo; vivir cuando te cansaste de vivir, cuando la luz que entra por la ventana te recuerda que estas vivo, cuando haces lo que tienes y lo que debes, cuando te deprime la alegría. Rondar por la vida como ronda aquel gato negro y sucio por el tejado, ese gato que fue mi mascota, o que quiero creer que fue mi mascota.Ese pequeño minino que voló por mi ventana junto con mis ganas de hacer el bien.

Me abracé a mis desaciertos, a mi instinto de insensatez.. a mis ganas de correr, a mis ganas de llegar a ese lugar que no conozco, del cual he leído pero que igual no conozco.

Si, lo reconozco, me gusta decepcionarme de los aciertos porque me recuerdan que tengo el talento de hacer y deshacer lo obvio con facilidad.

Si, estoy a un lado de la carretera, del camino, de otros caminos..

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