de mi benz, que no tengo..

Hay ciertas aventuras mentales que algunos pueden permitirse mas que otros. No por capacidades o licencias personales, sino mas bien por el profundo deseo de querer vivir -aunque sea en la mente- lo que en algun momento pudiera convertirse en algo mas palpable y no hablo de la perorata caza ingenuos de "el secreto" ni mucho menos...
De repente pensar en el futuro como la suerte de eventos forjados a partir de las desiciones de hoy, es la tendencia mas logica y común, aunque muchas veces, podemos forjar inconscientemente el futuro a partir de nuestras mas intimas inclinaciones y deseos pasados. Vivimos la vida trantando de imponer sobre nuestros hombros, la carga de una existencia que ha sido diseñada mayormente por nuestros padres, o en el peor de los casos, por la sociedad. Esa sociedad que no te conoce personalmente, y que solo necesita un buen comerciante, profesional o lo que sea. Entonces olemos al deseo del monstruo del colectivo, olemos (o queremos oler) a trajes y a dinero, a Armani, a Benz.. y eso para muchos (incluyendome) es -o sería- genial. No soy uno de esos ridículos criticos de la opulencia, algun dios me libre.. para nada, siempre he podido disfrutar un buen whisky y no me molesta conducir un buen auto, el asunto es que a veces me pregunto si realmente yo tomo el whisky o el me toma a mi, o si yo me visto con x marca o esa marca me usa como una excusa para salir a lucirse en la calle..
Y no divago sobre el consumismo, no es mi topico; divago sobre la lucha de voluntades que representa vivir una vida sin mayor influencia de uno mismo o una vida que se pueda manejar desde su núcleo, sin el vicio del mundo exterior, sin mayor consumismo que el consumo de las ideas propias, maceradas en las ideas de los grandes que pensaron un poco mas antes que nosotros; en la vida del que se consume a si mismo para sobrevivir, para que al final del camino el aroma que te represente sea el de mil jardines bien vividos, bien olidos, bien pisados.