Esa mañana me desperté con ganas de llegar al mediodía, vivo. Lleno de ganas y sueños irreales, con la lluvia en la cara, con el Avila imponente frente a mi, me preparaba para perseguir en serio, una quimera.
Con el cartel de ingenuo en la solapa -como diría el Maestro- respondí sobreactuando a una llamada telefónica que me informaba que la progenitora de un buen amigo, habia fallecido horas antes en la ciudad donde residía y que, bueno, mis condolencias aportarian algo a la sentida escena familiar. De pronto me encontré en la via, con una lluvia pertináz y un primo hermano a mi costado, oyendo alguna musica que nos distrajera la conversa y el camino.
Un solo ruido, un solo golpe, una sola sorpresa nos llevó al otro lado de la vía, dejandome las piernas y los sueños rotos, el torax aporreado y la esperanza con taquicardia. Ese ángel que decidió ser imprudente esa mañana, me regaló una vida de preguntas sin respuestas, algunas cicatrices y me decidió los años que me quedan.
No peco de pesimista, ni de lastimero.. peco de un poco de dolor, de quirofanos y de caminos bifurcados.
Las ganas de justificar lo injustificable, lo que el destino y el azar nos regala o nos quita, las ganas de ver el vaso medio lleno y la culpa medio vacía; las ganas de no tener ganas y de lanzar la silla de ruedas, o la andadera o el bastón por las escaleras; nos hacen decir estupideces como "lo que pasa es lo mejor", o cualquier cosa parecida..
No se si lo que pasa es lo mejor, porque sencillamente no se lo que hubiese pasado de haber sido el camino distinto esa mañana. En el camino hacemos de nuestro andar lo que queremos, hasta que alguien lanza los dados y empiezas a andar por otro camino, vivir en otra ciudad o simplemente vestirte de otra forma.
En el camino enderezamos nuestros pasos si alguien los ha torcido, o los torcemos mas si alguien los ha enderezado, algunos ni los enderezamos ni los torcemos, algunos solo somos testigos de nuestra propia dicha o ruina, espectadores de lujo del show de nuestras propias vidas.
Si, si se trata de la vida. Si, si se trata de los temas importantes, para que estamos, para qué somos. Si niña estúpida, si es importante saber quienes somos y de donde venimos y a donde vamos.. no es retórica, es básico.
El que no quiera saberlo, o no esté consciente de eso, que siga viviendo sin consciencia, es mejor vivir atormentado de sentido que atormentado de ignorancia.
Les debo la foto..